La Casa de Estudiantes de Carbó en Hermosillo, 30 años después

Hace exactamente 30 años, por estas fechas, un grupo de jóvenes de Carbó positivamente inquietos, decidió poner manos a la obra en el objetivo de organizar una casa de estudiantes en Hermosillo, ante la obvia incapacidad económica de pagar las carísimas asistencias y mucho menos de cubrir las elevadas rentas de una casa.

Sin que nadie les empujara a tan admirable acción, en un par de meses se organizaron y mediante actividades, solicitudes de donaciones y una que otra expropiación de mobiliario abandonado donde alguna vez funcionó la garita aduanal a un costado del restaurante del Oasis, convirtieron en una muy grata realidad la primera casa de estudiantes de Carbó en Hermosillo, por la calle Mina, ahí a un ladito del periódico El Imparcial.

Muchos años han pasado y varias generaciones han visto pasar el tiempo sin que se vuelva a manifestar interés en procurar para los muchos jóvenes sin recursos una casa donde vivir mientras estudian en la cara capital.

Recordamos a los jóvenes de esa extraordinaria generación y podemos mencionar a Oscar López Andrade, Héctor Ramón Carmelo, Rafael Haros, Lázaro Ramírez, Enrique 'Kikey' Cinco, Sergio García, las hermanas Olga y Vicky Ortiz, Nena Zamora y muchos más, a los que se fueron sumando otras personas cuyo esfuerzo fructificó en vidas productivas que difícilmente hubieran sido así de no haber tenido ese tipo de apoyo.

Como que ya es tiempo de que los jóvenes de ahora se interesen en agruparse para trabajar en ese objetivo, más ahora que el diputado electo por el distrito en el que está Carbó, hizo en alguna ocasión durante la campaña la promesa de apoyar la creación de una Casa de estudiantes de Carbó en Hermosillo, la Casec que podría revivir glorias pasadas en estos tiempos tan difíciles en lo económico, más para los pobres de siempre, que aunque quieren no pueden salir del atraso, precisamente por la falta de los apoyos a los que nos referimos ahora.

Los invitamos a todos a apoyar esta idea, que es una necesidad urgente muy concreta, y también les pedimos que recuerden los nombres de quienes alguna vez recibieron el beneficio de una casa de estudiantes de Carbó en Hermosillo,para publicarlos aquí. Vale la pena recordar, a la mejor y hasta sirve de inspiración para entrar en acción.

(Comentario inteligente que vale la pena leer aquí, abajo del post que lo provocó)

La casa de estudiantes de Carbó en Hermosillo, funcionó y sirvió a una generación de jóvenes con la inquietud de salir adelante. En el pueblo eran notorias las reuniones de este grupo, que se preocupaba por leer y discutir noticias o situaciones propias de la comunidad. Funcionó(la casa) cuesta arriba y contra la corriente, porque las buenas conciencias del pueblo se encargaban de aventar con estiércol a sus ocupantes, pues en su podrida cabeza no les cabía la posibilidad de que "chamacos inberbes" obraran con más criterio y madurez y fueran capaces de convivir hombres y mujeres sin que se dieran las orgías que sus calenturientas cabezas elucubraban, pero no se preocuparon por ver cómo vivían los estudiantes. Los jóvenes salían en brigada a los mercados de la ciudad para conseguir víveres; volanteaban tratando de formar conciencia en el pueblo sobre la situación económica, política y social de la comunidad. Estaba, en esa época, en la presidencia municipal, un tal Efraín Noriega, un tipo oscuro y necio al que había que presionarle para que permitiera hacer actividades en beneficio de la casa. Las gestiones corrían por cuenta de los propios estudiantes. Ellos eran los interesados y ellos le movían al asunto. Ahora ¿cuántos son los jóvenes inquietos que le apuestan a salir del atraso, a largo plazo? ¿Han hecho alguna gestión? ¿Han tocado alguna puerta? o están esperando que las cosas se den hechas. Es de recordarse el tesón de Óscar López, que recibió todo tipo de habladas cuando andaba invitando a los estudiantes en Hermosillo a darle cuerpo al proyecto. Los jóvenes ¿en verdad sienten ganas de salir del atolladero de estiércol en que se ha convertido el pueblo? Entonces ¡¡Muévanle a la gestión!!y pueden dar por seguro que los apoyos van a llegar, pero no se debe únicamente abrir la boca para arrojar basura y descalificar para recibir las cosas digeridas. Así se templó el acero es el título de un libro de Nicolai Ostrovski, léanlo. La casa fue una buena forja y puede ser, si se abre de nuevo, punta de lanza para romper esa inercia dormilona e importamadrista del pueblo.