25 de diciembre de 2014

Añoranzas de Arnoldo "Nolo" Campillo, Parte 17

              Recuerdos navideños en Carbó.

              1.-  Ambiente Navideño:  
                     En los maravillosos años de los 50's, en el querido y amado pueblo de Carbó se sentía y apreciaba en la mayoría de sus gentes cierta alegría y optimismo desde el principio del mes de diciembre con la ilusión de una Feliz Navidad y un mejor Año Nuevo en salud y bienestar con los seres queridos... y así sucesivamente, todos los años en forma cíclica creo que como hasta la fecha.

               2.-  Nacimiento del niño Dios:  
                      En algunas casas, más que poner el arbolito de Navidad, algunas familias hacían lo necesario para colocar y arreglar con muchas luces de todos colores el Nacimiento del niño Dios, recostado en un pequeño pesebre, rodeado de las imágenes de la Virgen María y de San José... a cierta hora, los asistentes principalmente mujeres procedían a rezar, terminando con cánticos de adoración y de alabanzas...y al terminar: ..¡¡¡ a comer ricos tamales y champurrado!!! ... de niño ésto último es lo que más me agradaba con mis amiguitos, en especial el "Tuco", en la casa de doña Chú Redes con sus hijas muy queridas Bertha, Julia, Chelo y Chaua, todas siempre muy amables y serviciales.
   
              3.-   Regalos por Nochebuena:
                      En lo personal, recuerdo que todos los años al acercarse la Noche Buena, siendo yo muy niño me llenaba de cierta tristeza, melancolía y ansiedad que me impedían hasta dormir en plenitud, lamentándome el que como los demás años no tendría regalos de Santa Clos, por no portarme bien, por andar de vago, travieso y por mal portado dentro y fuera dela casa... todo esto frecuentemente se me decía y repetía... aunado al coraje infantil de no tener un papá como los demás niños, a quienes sí les traía regalos el "Santa", dándome envidia y envidia de la buena como a otros  niños en mi misma situación, como mi amiguito del alma el "Tuco".
             Por otra parte, al día siguiente de la Nochebuena, es decir el 25, como "premio de consolación" me ponía a hacer fila muy temprano por la mañana junto con otros niños, jóvenes y adultos en frente de la puerta de entrada en la tienda "La Favorita" ... yo apreciaba con mucho gusto que por la puerta de salida aparecían contentas y sonriendo señoras y señores con despensas de alimentos y cobijas, además de la bolsita café de papel con cacahuates, dulces y naranjas que nos regalaban a todos los asistentes... mis respetos y agradecimiemto para la familia Law Tapia: Doña María, Teresita, Lolita y Pancho sobre quienes me consta tener todos un elevado espíritu de ayuda con amor a todo el querido pueblo de Carbó.
 
              4.-   Tamales navideños:
                       En nuestra casa, la familia Campillo, desde principio de cada año a mi hermana Alicia la "Licha" siempre le regalaban un puerquito que día  a día se iba engordando hasta antes de la Navidad.
                      Sobre lo anterior, todos los hermanos Ramírez Campillo (el "Chochi", "Ché", "Yofo", y "Güicho") antes de la Nochebuena a cierta hora muy tempranito, por la "mardugada" como decía mi mamá Beatriz la "Tuchita", se reunían en el corral de nuestra casa preparando lo necesario como leña, cazo con agua, fogata, mesas, sillas, cuchillos, sal, etc.etc. para "proceder" con dicho puerco ya engordado hasta hacer de él sabrosos chicharrones junto con  riñones, hígado, cueritos, etc.... y mientras tanto todos alrrededor de la fogata se turnaban para darle vueltas con una paleta de madera al cazo hirviendo con dicha fritanga, al mismo tiempo que contaban chistes de todos colores y sabores llenos de risa y hasta carcajadas... y yo de chamaco con mi amiguito del alma el "Tuco", escuchando y viendo también como se pasaban la botella de bacanora, repitiendo a cada rato -¡Salud!,  Y Salucita de la buena, Feliz Navidad!!
              Con parte de la carne del puerco y demás ingredientes necesarios, se hacían los muy esperados y sabrosos tamales navideños... en verdad, no he vuelto a comer tamales tan ricos y deliciosos como los que hacía mi hermana "Licha"... reconociéndose por muchos, propios y extraños que los mejores tamales sonorenses siempre han sido los hechos por las familias de nuestro querido y amado pueblo de Carbó.

             5.-  Juguetes para Navidad:
                    Por último, recuerdo que mi hermano Beto, después de haber aprendido  carpintería en la escuela secundaria de Carbó, con el profesor Narciso Zubiate (trenista jubilado), en las vacaciones de invierno se ponía a fabricar juguetes de madera: camitas, roperitos, camitas, etc. mismos que ponía dentro de cajas de cartón, y me mandaba a las casas del pueblo para venderlos... siempre, siempre regresaba con muy poco dinero por ventas al contado, y algunos los fiaba con pocas esperanzas de que me los pagaran, regresando a mi casa sin ningún juguete, ya que los que quedaban al final ... los regalaba a las mamás de las familias más pobres, para que de perdida "algo" les trajera a sus niños y niñas el Santa Clós.
        ... Con motivo de estas desiciones personales de "ventas", en un principio mucho se enojaba mi hermano Beto y lo bueno que al rato, que ya se calmaba y que me veía todo "achicopalado", con una sonrisa me decía: - Nolo, no te preocupes, todo lo hiciste bien..-  Luego en silencio yo mismo me decía: -en verdad, lo hicimos para bien de algunos en Navidad..



                En espíritu y en verdad pedimos a Dios para todos Feliz Navidad y que el próximo año esté lleno de bendiciones con mucha salud y bienestar en unión de sus seres queridos, así sea.

                 
                                                                         ¡¡¡ Gloria a Dios !!!

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