18 de noviembre de 2014

Añoranzas de Arnoldo "Nolo" Campillo, parte 12

          Carbó-Hermosillo- la Catedral y Don Aurelio

           Después de visitar y convivir por varios días con mi mamá Beatriz la "Tuchita", mi hermanita Ana Aurora y demás familiares en nuestro amado y querido pueblo de Carbó, me trasladé a Hermosillo para ver y platicar con mi hermano el Beto...pasando a un lado de la Catedral, sentí un fuerte deseo de entrar, observando tener todas sus puertas cerradas...al voltear y mirar enfrente la plaza "Zaragoza", me fijé en un solitario viejito como de 80 a 90 años de edad, sentado en una de las antiguas bancas de fierro...acercándome le dije: -Buenos días-  contestándome muy amablemente  -Muy buenos días también para usted... -Al rato abren las puertas-, me dijo -y mientras tanto lo invito a sentarse y le platico porqué estoy aquí frente a la Catedral...  -Pues me siento- yo le dije....

             - Mire usted, en principio quiero decirle que me llamo Aurelio y que tengo un hija que trabaja en un banco de la ciudad...a unas cuadras de aquí...y también es servidora de esta Catedral... y vivimos solitos en una casita cerca que ella compró...   Después de un breve silencio...continuó diciéndome    - Por muchos años, mi hija venía insistiendo traerme los domingos a la misa...y yo negándome siempre... y todos, todos los días al salir a su trabajo en su carrito, me dejaba de pasadita en el mercado municipal, pero antes , al pasar por esta Catedral, siempre, siempre me insistía: - papá te dejo mejor aquí con el Sagrado Corazón de Jesús?...  - Mejor déjame en el mercado,- siempre le respondía por más de 15 años desde que vivía mi mujer, mi esposa...que en paz descanse...- dijo bajando un poco la voz...   Luego, con más ánimo platicó: - Sucedió que un día, no hace mucho caí muy enfermo de no se qué enfermedad del estómago y que varios médicos diagnosticaron como "delicada" enfermedad, con un tumor que no se de qué y que tenían que operar... y de tanto decir los doctores y familiares "quesque" era muy delicada mi situación...que poco a poco me fue entrando miedo, en verdad mucho miedo... tanto miedo que me entró una "temblorina", hasta que un día me animé y muy tempranito (antes de que me llevaran al hospital)...muy a escondidas me vine caminando a esta Catedral...luego, alllegar muy "espichadito" entré y me fui derechito a donde está el Sagrado Corazón de Jesús que por tantos años, casi todos los días mi hija me platicaba y muchas veces hasta me incomodaba, me enojaba pues... después de estar un rato en silencio frente a la imagen...le dije: - Mi hija me platica que tú todo lo sabes y que todo lo puedes...entonces, debes saber quien soy yo y cual es mi enfermedad y que los doctores dicen que es grave... si todo lo puedes te pido tú me sanes ya que siempre he tenido mucho miedo a los médicos...si tu me sanas, te prometo hacerle caso a mi hija y visitarte un rato todos los días de mi vida..-.después, al regresar a la casa, ya mi hija me estaba esperando para llevarme al hospital... de inmediato me preguntó un poco preocupada: -¡¡ Papá, ¿Dónde andabas??!!... y antes de esperar la respuesta, me volvió a decir- ¡Apenas tienes tiempo para bañarte y luego irnos con el doctor! Ya tengo todo listo, me volvió a decir mi hija.
            ...Mientras estaba bañándome, noté que en la piel de todo mi cuerpo me estaban saliendo unas ampollitas, desde el pecho hasta los pies...ya después de terminar con esta limpieza y desayunar me llevó mi hija al hospital...luego allá al desvestirme para el chequeo, el doctor me dijo: - Don Aurelio, con esas erupciones en la piel mejor no continuamos con su internación operatoria...recetándome unas pomadas y talcos, poniéndome otra cita para la semana siguiente...pasaron los días y mi hija, nuevamente ( después de que habían desaparecido las erupciones) otra vez me llevó al hospital con el doctor...al entrar al consultorio y responder al afectuoso saludo del médico...me entró una extraña "ronquera" que al hablar ni yo mismo me entendía...confundido el doctor me preguntó: - Y ahora, ¿Qué le pasa Don Aurelio?. ... yo le respondí (un tanto ronco y balbuceante):- Yo no sé, pues venía muy bien platicando con mi hija...y otra vez procedió a  checarme, diciéndome al final: -Se me va a regresar otra vez a su casa por una semana más con estos medicamentos para su garganta... así no podemos operarle el tumor, me dijo.
            ...Después, a la tercera semana nuevamente mi hija me llevó al hospital con el médico...ahora, al bajar del carro sentí que no me podía enderezar, me quedé como encorvado pero sin dolor...disponiéndome a así entrar "renqueando" al consultorio, saludando de reojo al doctor, quien al verme levantó los brazos al cielo y tocándose la cabeza con las dos manos me preguntó:- ¡¡¡¡Don Aurelio!!!!... Y ahora qué le pasó??!!!...después de darle los detalles de lo sucedido y otra vez comentarle  desde las erupciones en la piel y luego sobre la ronquera cuando no podía ni hablar... y por último el "encorvamiento" me pidió y casi me suplicó:- Por el amor de Dios, Don Aurelio, dígame por favor que hizo antes!!... al decirme el doctor "¡Por el amor de Dios!" recordé y le dije de mi visita que antes había hecho a la Catedral y mi plática con el Sagrado Corazón de Jesús...y lo que le había prometido... ---  ¡¡¡Válgame Dios!!!!-....exclamó el doctor...luego dijo:- Ahora, no lo voy a regresar a su casa hasta que le vuelvan a practicar todos los análisis, exámenes y radiografías pre operatorias... y así se hicieron, mismos que al final, al revisarlos y compararlos con los estudios anteriores ...el doctor volvió a exclamar: ¡¡¡Válgame Dios!!!!!...ya no tenía la enfermedad ni el tumor aparecía...como resortes saltamos mi hija y yo de felicidad de agradecimiento...

          Al rato, un poco más tranquilo después de revivir y compartir el gran regalo recibido de Dios, Don Aurelio mirándome fijamente con cierta sonrisa me dijo- Por eso estoy aquí, cumpliendo lo prometido con mucho gusto y agradecimiento...desde hace más de siete meses todos los días, esperando que abran las puertas de Catedral, para platicar con mi amigo: el Sagrado Corazón de Jesús...
Y yo dije: -¡¡¡¡Gloria a Dios!!!!


Testimonio personal sobre un inolvidable relato de hace 25 años...gracias a Dios.

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