15 de marzo de 2010

Carbó en la nota roja

Abren fuego policías contra presunto infractor reincidente
Carbó, Sonora.-Elementos de la Policía Estatal Investigadora tomaron nota de una persona que fue lesionada por esquirlas de proyectil de arma de fuego al oponerse, junto con otras personas, a detener el vehículo en el que viajaban para ser revisado por la Policía Municipal, y a quien se le ejecutó orden de reaprehensión por el delito de resistencia a particulares.
Se trata de Jesús Francisco Navarro Amparano, de 32 años de edad, con domicilio en calle Ferrocarril número 54, en Carbó, Sonora.
Los hechos se registraron a las 02:00 horas de hoy cuando a través de la frecuencia de radio de la Policía Municipal se escucho que en el domicilio de la calle Hidalgo y Monterrey número 53 se encontraba una persona lesionada por proyectil de arma de fuego.
Una vez que los agentes de la PEI se presentaron en el lugar el lesionado manifestó que él en compañía de otros amigos y amigas abordaban un vehículo de la marca Buick, color dorado, cuatro puertas con placas del estado de Sonora, mismo que era conducido por el de nombre Luís Enrique Carranza Domínguez, con el domicilio antes mencionado.
El lesionado añadió que dos unidades de la Policía Municipal les hicieron la parada en las calles Oaxaca entre Rosales e Iturbide y éste no obedeció dándose a la fuga, fue en eso que escucharon varios disparos de armas de fuego, impactándolo a él en la espalda baja y brazo del lado derecho, así como al vehículo en su costado derecho, llegando hasta el domicilio donde introdujeron el vehículo en el patio.
Posteriormente el herido fue trasladado al Hospital General del Estado a bordo de la unidad de emergencia de esta población, donde los elementos de la PEI le ejecutaron una orden de reaprehensión por el delito de resistencia a particulares con fecha 30 de noviembre del 2009.

5 comentarios:

  1. Ricardo Rocha
    Detrás de la Noticia EL UNIVERSAL
    02 de abril de 2010
    Juvenicidios: la muerte del futuro
    La peor señal de hacia dónde va el país, son los asesinatos de cada vez más jóvenes. Eso es lo que nos debiera alarmar más que cualquier otra cosa: más que las reformitas política o laboral; más que las coaliciones por los próximos procesos electorales; más que los plazos para la recuperación económica; vaya, más que la cantaleta del 2012. Porque si seguimos matando a nuestros jóvenes, todo lo demás carece de sentido. Y hablo de crímenes colectivos en varias modalidades:

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  2. Desde luego están los obvios que tienen que ver con la estadística alarmantemente creciente de cada vez más jovencitos y aun niños masacrados por los soldados o por el crimen organizado. Pareciera un “daño colateral” teledirigido sobre todo en los años y meses recientes. Ya horroriza la cronología: los 15 muertos de Salvárcar por un comando de sicarios armados; poco después, ahí mismo, a unos cientos de metros, otros seis ejecutados que velaban a un séptimo; luego los dos posgraduados del Tec que —hay sospechas fundadas— pudieron ser baleados por el Ejército; y más recientemente los diez jóvenes y niños de Durango masacrados por un grupo paramilitar en circunstancias todavía no aclaradas del todo.

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  3. estratificados aun contra su voluntad: los que conforman esa inquietante generación NiNi, que ni estudian ni trabajan y viven en el limbo de los emos, los darks o las pandillas; los privilegiados que sí estudian y que —cosa muy rara— tendrán por una razón o por otra un lugar en el mercado de trabajo; los que aun estudiando mucho se enfrentarán al terminar al vacío laboral terriblemente frustrante e irritante; los que por sus condiciones de sobrevivencia crítica alimentan un enorme rencor social encerrado en sus uniformes del Ejército o la policía y manifiesto a través de sus armas, también son jóvenes, nomás véales los rostros; y finalmente los que se han rebelado a ser nada de eso y prefieren, en las filas del crimen organizado, ser de los malos y vivir unos años de abundancia a una vida larga de privaciones.
    A todos los estamos matando de un modo u otro. Y, con todos, nos morimos un poco.

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  4. Mi comentario:
    Lo que pasa, lo que nos pasa, lo que pasa al país y a los países del antiguamente llamado Tercer Mundo (Porque los del Mundo Desarrollado tienen el problema pero lo mantienen en supuesto control desde hace muchas décadas), no es consecuencia de los malos, sino de un sistema infame que prevalece casi por 300 años en el mundo occidental, el capitalismo en todas sus fases, la ultima llamada del neoliberalismo, la posmodernidad y la globalización de las economías.
    En esta nueva fase descarnada y salvaje como la han llamado filósofos y economistas críticos, se presupone la desaparición de los “ineficientes” y la sobrevivencia de los “aptos y competentes”.
    Esos cerca de diez millones de jóvenes que ahora tienen pocas oportunidades de estudiar y de trabajar aunque se les ofrezcan salarios de hambre, están siendo expulsados de México porque los grandes capitalistas y los gobiernos que los representan no consideran como problema del futuro o ya del presente, su situación. Expulsados porque sin oportunidades de estudio o de trabajo, sus opciones se reducen a emigrar como indocumentados a EUA o marginarse engrosando las filas del crimen organizado.
    Pero aun los que han sido privilegiados por sus padres y la sociedad al darles oportunidades en las universidades, los tecnológicos y otras instituciones de educación superior, ven nulas las oportunidades de ocuparse en un empleo relacionado con su preparación de cinco años. Ahora los empresarios norteamericanos dan empleo ilegal a personas con carrera universitaria o con posgrados y con dominio pleno o en un lato porcentaje del inglés; sus empleos no serán en el área de preparación, pero se consideran sus habilidades técnicas y culturales en el manejo de problemas y de personal; sus salarios, muy por debajo de los de norteamericanos o migrantes legales.
    Los crímenes son ejecutados por las mafias, pero la responsabilidad es de los que gobiernan y de quienes están por encima de ellos.

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  5. la verdad es que cuando fue el dia de esos balazos me encontraba muy cerca de ahi, ese carro se me ace que no traia placas, lo conducia luis enrique, andaba demasiado drogado por lo cual lo acia demasiado rapido y poniendo en peligro a los vecinos del lugar,,, si no lo paran los policias, creo yo que ubiera pasado un accidente demasiado peor, donde hubiera habiedo inocentes afectados

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