Foto memorable del señor obispo de Sonora (casi santo), don Juan Navarrete y Guerrero en 1926 cuando, a pesar de estar vestido de traje, se dispuso a ordeñar una vaca, sin quitarse el sombrero, demostrando ser también un hombre de campo. En esta foto inédita acompañan a quien fue considerado un santo en vida, Belén Cubillas Zerón (Miyita) y su sobrina, la niña Ana Sofía Cubillas Espinoza (de Soto) en el rancho “Noria de Landavazo”, propiedad de los señores Cubillas, ubicado en el municipio de Carbó, Sonora.
Uno de los lectores del blog se pregunta, con razón, por qué Don Juan sólo llegó hasta el rancho de los ricos y no visitó en su labor evangelizadora a los carboneños del "Pajoso" o "El barrio ancho". Mala "costumbre" que prevalece hasta nuestros días con los jerarcas de la Iglesia católica. Aunque, hay que reconocerle, Don Juan Navarrete luego retomó el buen camino de estar más con el pueblo que con los "pudientes".
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