
Para dar cuenta de ello está publicado el libro "Claudio Solano, El cometa de Carbó", escrito por un señor de apellido Yanez, de venta en la librería de la Unison y en el Colegio de Sonora.
A la misma hora del domingo, el presidente municipal de Carbó, Daniel Bon, se anotaba un imparable, ya que convocó a misa, siendo él mismo ajeno a la Iglesia Romana, y ahí acudió todo el pueblo. No conforme con su carrera anotada, ejecuta un dobleplay ya que organiza una ceremonia en el estadio que desde los tiempos de la presidencia municipal de Ramón Navarro, cuando el taste de La Playa contó con una saludable competencia en el barrio del Pajoso. Ahí con auditorio y toda la cosa, donde la Lidia Robles propuso en una junta que el grupito en donde nos reuníamos se llamara REAL CARBO, solo que fue hasta el periodo de Roberto Noriega, cuando el estadio del Pajoso cambio su escatológico nombre por el digno “Estadio Claudio Solano”.
Aquél homenaje fue grandioso, toda la gradería emocionada y no faltó nadie, los adversarios políticos de Bon emotivos a más no poder. Dicen que el profesor Bon con micrófono en mano ordenó que el nicho con las cenizas del hijo predilecto se pusieran en jom, para solicitarle públicamente al compadre de Jesús Zambrano, que se olvidara por un momento del desaire hecho a Marcelo Ebrad, y que desde el desempleo su grupo de “los chuchos” busque ahora la dirigencia nacional de su partido. Seguramente todo eso pensó y lo instruyó para que con su atuendo beisbolero corriera con las cenizas hasta primera base, y así lo hizo. Con el mismo tono de profesor le pidió a otro adversario, el buen hombre del Largo Montes, que corriera hasta segunda; ahí alcanzó a escuchar que el turno era para el simpatizante del PRD, el Misi Martínez, para entregarle luego la estafeta a un adherente del PAN, un nieto de Cuco Valenzuela, aquel fanático del beisbol, vecino de La Playa, que un domingo de los tiempos de Ramón Navarro, a medio día de un verano murió accidentalmente quemado.
Ya una vez completada la última carrera de Claudio Solano, en el homenaje que se le regateó en Hermosillo, el pueblo entero lo llevó a su última morada al cementerio donde lo esperaba desde hace quince años su esposa Dona Emma Noriega, por supuesto originaria del mismo lugar.
Como el hambre aprieta con tanto deporte, el H. Ayuntamiento invitó una carne asada a los familiares y amigos en casa del Camarón Valdez.
CREO QUE CLAUDIO FUE TIO DE CARMEN CECY,Y MAGDA SOLANO HIJAS DE LA CHATA TAPIA
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